Cosquilleo, adrenalina, saltos, sonrisas,
y aun asi domina el silencio.
Amor, risas, felicidad, ansia contenida,
y sigue dominando el silencio.
Todo sigue su ritmo natural, todo va como siempre
excepto un pequeño detalle, no hay nada que oir.
El silencio lo domina todo, nos esconde, nos encoje
nos hace esclavos de lo nunca revelado,
de los secretos, de la intensidad.
Incluso cuando son lagrimas y llanto, caras vacías
pensamientos ahogados, tristeza profunda,
sigue predominando el silencio.
¿Qué gracia, no? Que siempre hablemos cuando
menos tenemos que decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario